lunes, 31 de mayo de 2010

La alegrìa de servir a la Iglesia como Diàcono Permanente

Han pasado siete meses desde que fui ordenado como Diácono, un 31 de octubre de 2.009, mi Obispo Monseñor Gustavo García me impuso las manos y con la oración de consagración recibí el Sacramento del Orden.
Han pasado siete meses y hago una vista atrás y veo todo lo que se ha hecho, y es solo posible con la ayuda de Dios. Se han hecho tantas actividades que hasta he abandonado el Blog.
Pero hoy recibí otro de tantos correos electrónicos que recibo pidiendo orientación sobre el Diàconado Permanente, por lo que me animé a escribir este artículo.

QUIERO SER DIACONO PERMANENTE:

Estimado hermano que estás leyendo este artículo. Dios nos habla de distintas formas y maneras y es probable que te habló a ti y por eso estás buscando información sobre el diaconado. El diaconado es una vocación muy bella, de servicio a Dios en su Iglesia. Sólo tiene sentido en Ella y para El.
Un Diácono Permanente, hombre casado, debe no sólo haber escuchado un llamado a la vocación , sino que tiene que haberle dado un al Señor en el servicio en su Iglesia parroquial o en su comunidad en donde vive.
Un candidato a Diácono Permanente debe ser un hombre que con su trabajo mantenga a su familia , que tenga un matrimonio estable, pero también debe de estar prestando ya ,como laico ,algún servicio a la Iglesia, bien sea como catequista, ministro de la Comunión, etc.
Un futuro Diácono Permanente debe ser reconocido por su comunidad parroquial y por el sacerdote que la anima como un hombre con una gran capacidad de SERVICIO.
Un futuro Diácono Permanente junto a su familia deben ser ejemplo de Familia Cristiana.
Te animo a que hables con tu esposa y le comentes tus inquietudes, y de lograr un apoyo por parte de ella, pases a la segunda fase y hables con el sacerdote de tu parroquia y le comentes tus inquietudes y si no estás incorporado al trabajo parroquial te pongas a la orden y comiences de inmediato a Servir a Dios a través de su Iglesia.
Que Dios te bendiga